Colocarse

Estar colocada es una buena noticia en mi pueblo, donde los vecinos suelen recibir este participio con sana alegría. Para ellos, que la hija de Rincón esté colocada significa que tiene trabajo, que Javier y Marisol ya pueden respirar tranquilos y que deben sentirse orgullosos. Yo crecí a la sombra del verbo colocar sin darme cuenta, jugando de noche en la calle mientras los mayores tomaban la fresca y hablaban de las colocaciones del mes. Como ellos le daban tanta importancia a esto de colocarse nada más terminar los estudios, también acabé por dársela yo, y un día se convirtió en mi objetivo:

–Niña, ¿qué quieres ser de mayor?

–Colocada, señora.

Años más tarde, al dejar el pueblo y saborear grandes ciudades, acabé conquistando otra acepción del verbo. De la noche a la mañana, que alguien estuviese colocado dejó de tener el mismo sentido para mí y sólo sabía diferenciar la gravedad del caso dependiendo de si delante del participio había un ‘bien’ o un ‘muy’. Sin embargo, ahora que Santa Cruz de Tenerife encamina sus pasos hacia un final de año con 30.000 personas paradas, he comenzado a añorar el viejo, casto y único significado de mi infancia. Según el informe elaborado por el Observatorio Socioeconómico del Ayuntamiento de la capital tinerfeña, si en abril de 2011 la crisis hirió de paro a poco más de 25.000 chicharreros, en abril del presente se ha cargado a casi 29.000 almas. Es decir, el oxímoron que aquí se produce es de cajón: el avance de la recesión. Pero lo que más me ha llamado la atención de ese informe es que concluya que el aumento del desempleo se explica en gran medida por el descenso de las contrataciones. Llegados a este punto, no encuentro una figura literaria que resuma lo que pienso de esta conclusión consistorial. Seguro que existe alguna, pero ahora no caigo. Yo lo que quiero es volver a los cinco años, cuando salía a tomar la fresca con mis padres, mis abuelos, mis amigos y los vecinos del barrio, y los oía hablar de que el hijo de fulanito se acababa de colocar en un despacho de abogados. Porque otra cosa no, pero el chico siempre fue un gran estudiante, acabó la carrera con honores y todo, y le depara un futuro provechoso, lleno de éxitos e hijos. Que para eso se han sacrificado sus padres toda su vida.

2 Comments

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s